Denuncian vertimiento de aguas servidas en canales de drenaje del sur del Atlántico
De grave es calificada la situación de contaminación de cuerpos de agua en el sur del Atlántico por el vertimiento de aguas servidas sin ningún tipo de control y tratamiento sanitario.
Hace pocos días, una comisión de funcionarios de la Procuraduría Agraria de Asuntos Ambientales, la Corporación Regional Autónoma del Atlántico, CRA y de la Agencia de Desarrollo Rural, ADR, en compañía de la Asociación de las Comunidades del Sur del departamento del Atlántico, constató denuncias de habitantes de la región.
“Vemos como, irresponsablemente, en seis municipios del sur del Departamento, por un lado vierten las aguas servidas hacia el Embalse del Guájaro, como lo es el caso de Repelón que está vertiendo las aguas de dos barrios son ningún tratamiento; el resto, Campo de la Cruz, Suan, Santa Lucía, Manatí y Candelaria vierten las aguas servidas en los canales de drenajes y de alivio”, manifestó William Lastra Ospino, presidente de la Asociación de las Comunidades del Sur del departamento del Atlántico.
Agregó que, a raíz de la situación, que se hace incontrolable, la Asociación solicitó a las autoridades ambientales del Atlántico que se declare la calamidad sanitaria, “porque esto se ha convertido, además, de un problema medioambiental, en un detrimento del ecosistema, de la salud animal y de la humana, llevando hasta el punto de que en municipios como Suan, Campo de la Cruz, Manatí y Santa Lucia esto ya hay afectaciones”.
Por último, Lastra manifestó que esperan que la presencia de la comisión invitada no se quede en una mera visita más.
Entre tanto, hizo un llamado a los habitantes del sur del Atlántico a mantener la calma, y de manera conjunta, tomar acciones preventivas para evitar problemas ambientales; y a las autoridades municipales y departamentales que tengan en cuenta que “lo que la comunidad expresa es porque es la vida de los habitantes la que corre peligro; la tranquilidad, el estado emocional, psíquico y de salud se ha convertido en el pan de cada día y en el sur del Departamento es una bomba de tiempo”.