EDITORIAL: ¿Cuarentena continua, más temprano que tarde?

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Por SANTOS SUÁREZ BADILLO
Director de ZONA ORIENTAL

Es evidente que la indisciplina social ha sido uno de los factores que más ha incidido para que la tercera ola del coronavirus se haya propagado con tanta velocidad y esté provocando tantos estragos en el Atlántico y el país en general.

Las reuniones y fiestas familiares en casa durante los fines de semana y el no cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, sin lugar a dudas que se han constituido en factores multiplicadores del virus.
Todo ello, a pesar de las campañas institucionales de diferentes tipos, que han buscado concientizar a la ciudadanía de la necesidad de autocuidarse y cuidar a sus familias.

Sin embargo, hay otras causas que han generado el gravísimo escenario de hoy, caracterizado por el disparo de contagios y fallecimientos en Barranquilla y municipios del Atlántico.

Las características de las nuevas cepas del virus que circulan en este departamento y el país, lo hacen más fácilmente transmisible y está resultando más agresivo y letal. A ello se le suma la insuficiencia de camas UCI para atender a pacientes con mayores complicaciones.

Hay otro factor y es la actitud de los gobernantes, que fueron disminuyendo las restricciones, al punto de irlas relajando hasta de-saparecerlas. Todo se abrió y con ello volvieron aglomeraciones y se reanudó la vida social, especialmente de los jóvenes.
El mensaje de nuestros líderes no fue el más conveniente, a tal punto, que sin quererlo, se invitó a la gente a que se relajara

La impresión era que todo estaba prácticamente controlado. Esa mala señal resultó altamente negativa, porque muchos atlanticenses festejaron de manera clandestina, especialmente en los días de carnaval, a pesar que las autoridades no permitieron que fuera presencial. Igual ocurrió en Semana Santa.
Esta tercera ola del virus es más contagiosa y mortífera que las dos anteriores. El gobierno en todos sus niveles ha retomado las medidas para restringir la movilización de la gente, pero aún no dan los resultados esperados.

Pareciera que el gobierno tuviera entre las alternativas la de aplicar una cuarentena continua y rigurosa por lo menos durante 15 días; sin embargo, de mantenerse la tendencia actual, a eso tendría que llegarse más temprano que tarde, si se quiere salvar el mayor número de vidas.

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