El simbólico e histórico plantón en frente de estación de Policía en Santo Tomás
El jueves 3 de febrero de 2022 será recordado como el día en que miembros de la comunidad de Santo Tomás realizaron un plantón en frente de la estación de Policía del municipio para exigir soluciones eficaces al problema de inseguridad.
Este hecho tiene más de una connotación porque es muy raro que se produzca en municipios del Atlántico una protesta directa contra la señalada institución y mucho menos en su sede.
El primer significado es simbólico, por cuanto las cerca de 30 personas que asistieron a esta manifestación de inconformismo, representan el sentir de toda la comunidad, que no es otro que el temor, impotencia, descontento, preocupación y alarma por el accionar desbordado de la delincuencia en la población.
También es un hecho histórico, porque no se conocen precedentes de un plantón contra la Policía en este municipio de la subregión Oriental del departamento, protesta que fue convocada por redes sociales.
El que se haya realizado así sea con poca asistencia, es un reflejo del estado de ánimo y de estrés en que se encuentran los tomasinos ante la magnitud del problema de inseguridad que los afecta.
Y se da una tercera connotación que se origina en el hurto del celular a una persona que estaba en el sector del plantón, justo cuando éste se llevaba a cabo. Es decir, se produjo un nuevo robo a pocos metros de la estación de Policía, sin que se diera la captura de los delincuentes quienes huyeron en una motocicleta.
Ese hecho se puede catalogar como un reto descarado contra las autoridades del orden. También como una burla y demostración de poderío de las bandas delincuenciales, que al parecer mandarían ese mensaje para acrecentar la intimidación a la ciudadanía.
Es cierto que se han hecho esfuerzos con mayor pie de fuerza, más cuadrantes y más dotación en Santo Tomás; sin embargo, se hace necesario como lo dijo el alcalde Tomás Guardiola, reforzar las labores de inteligencia, en eso hay que trabajar con mayor énfasis para ir reduciendo los altos índices de inseguridad. Si no hay los resultados que exige la gente, es muy probable que los plantones se repitan una y otra vez.