EDITORIAL: A prepararse para lo peor de la temporada invernal
Por SANTOS SUÁREZ BADILLO
Director de Zona Oriental y zonaoriental.com.co
No son nada alentadoras las informaciones que ha confirmado el IDEAM a propósito de la fuerte temporada invernal que se extenderá hasta diciembre próximo.
Para las zonas de cultivos es bueno en la medida en que no haya exceso de lluvias, pero todo hace prever que el invierno se acentuará y será más intenso durante lo que resta del año. Ya hay cientos de hectáreas inundadas en el Sur del departamento, y con el señalado panorama, se incrementarán las pérdidas de cultivos.
Pero eso no es lo peor, lo más grave es que cuando se espera lo más fuerte de la temporada de lluvias, ya los niveles del río Magdalena y el Canal del Dique se encuentran por encima de los que registraban en 2010 cuando se produjo la ruptura de este último, ocasionando la inundación de los pueblos sureños del Atlán-tico.
Se trata de un panorama generalizado en varias regiones del país, y el gobierno nacional ha admitido la gravedad de la situación, a tal punto que pidió a las autoridades locales que estén preparadas para atender la emergencia que se avecina por inundaciones.
Es por ello que los comités locales para la prevención y atención de desastres, liderados por las alcaldías en cada uno de los municipios del Atlántico, tienen que estar concentrados para agotar todos los esfuerzos del caso con miras a evitar el desbordamiento de diferentes cuerpos de agua. Y estar listos para mitigar el impacto de las inundaciones en caso que se presenten.
Y en al caso del Sur del Atlántico ese esfuerzo tiene que ser mayor, porque el panorama en esa zona, tal como lo han reiterado sus líderes comunitarios, es aún más alarmante.
Gobierno Nacional, Administración Departamental y las Alcaldías de los seis municipios que conforman esa subregión, tienen que trabajar las 24 horas de manera coordinada para enfrentar este escenario.
Y de mantenerse la tendencia creciente de los niveles de los mencionados cuerpos de agua, hay que ir contemplando la posibilidad de iniciar una evacuación parcial de los sitios con mayores riesgos.
Una inundación repentina no sólo ocasiona daños materiales que vincula la desaparición de diversas clases de animales, sino que pone en riesgo la vida de seres humanos. Hay que estar muy atentos, alertas y preparados para enfrentar una nueva tragedia como la de hace 12 años, tal como lo han advertido dirigentes campesinos.