El regreso gradual de estudiantes de Uniatlántico a las aulas de clases
Este lunes 7 de marzo retornaron a clase de forma presencial unos 12.000 estudiantes de primer a quinto semestre de la Universidad del Atlántico, sede norte. No es la totalidad de los estudiantes, pues el retorno se hará de manera gradual y cumpliendo con protocolos de bioseguridad.
El regreso del total de estudiantes también está determinado por la culminación de las obras de remodelación que se desarrollan en esta universidad. Hoy la mayoría de los bloques de estudio están habilitados, a excepción de tres: A, B y C, que entrarán en funcionamiento a partir del 14 de marzo.
Poco a poco y a medida que se avance en los trabajos se dará el ingreso de los estudiantes de los semestres sexto a décimo, aunque las obras de mejoramiento arquitectónico de la institución se extenderán por un año.
Cabe señalar que el pasado 31 de enero este centro de estudios inició su calendario académico de manera remota, pese a que se había previsto para esa fecha el regreso a la presencialidad. Las directivas indicaron que problemas ajenos a su voluntad llevaron al Consejo Académico a tomar la decisión de postergarla para hoy, 7 de marzo.
En una carta, Danilo Rafael Hernández Rodríguez, rector de la Universidad del Atlántico, dio la bienvenida a los profesores y estudiantes, precisando que son ellos la razón de ser de la universidad.
“Los docentes son el tesoro del conocimiento diverso, sectorizado en las distintas facultades; y los estudiantes, la promesa de continuidad de ese conocimiento, ávidos de construir saberes para satisfacer las necesidades presentes y futuras. Como lo he dicho en varias ocasiones, la administración debe estar al servicio de la academia, no al revés, y es por eso que tanto profesores como estudiantes encuentran, en esta administración, el compromiso para elevar, cada vez más, la calidad institucional”, anotó
El rector añadió: “Hemos llegado a un momento de la historia de la Universidad del Atlántico que ha permitido reconstruirnos; logramos conquistar una carta magna en la que contamos con un periodo fijo que nos aleja de la inestabilidad y los vaivenes múltiples del pasado que resquebrajan nuestra autonomía universitaria”.
Hernández Rodríguez precisó que la reforma al estatuto general no basta, que es necesario también reformar, con miras a la actualización y modernización institucional, otros estatutos que dan vida a la organización, como el estatuto docente y el estatuto o reglamento estudiantil, que sostuvo se encuentran dentro de mis prioridades.
Dijo otra prioridad en marcha es la renovación de la acreditación institucional y en este punto dijo que el diálogo permanente con los actores será una constante para lograr estas apuestas.