EDITORIAL: La segunda ola del coronavirus

Por SANTOS SUÁREZ BADILLO
Director de EL NORTE
En la medida en que se conocen las nuevas cifras sobre el número de contagiados por la covid-19 en Europa, el temor crece en todo el mundo porque ese rebrote podría extenderse al resto de continentes, tal como sucedió en la primera ola del virus.
Hace dos meses en países como España y Francia la situación parecía controlada, hasta el punto que las actividades económicas se reanudaron prácticamente en un 100 por ciento, pero la situación fue cambiando con el incremento de los casos, que hoy están disparados a niveles superiores a los del inicio de la pandemia. Por eso, en lo que respecta a los franceses, volvieron a la cuarentena.
En Estados Unidos el coronavirus sigue avanzando sin control alguno. En ese país, el más afectado en el mundo, ya van casi 9 millones de contagiados y 230.000 fallecidos. Y los pronósticos no son nada alentadores, porque el mensaje de su líder Donald Trump es que los ciudadanos no apliquen ningún protocolo.
En Colombia, donde ya se pasó del millón de contagios y de los 30.000 fallecidos, aún no termina el primer pico de la pandemia en la mayoría de sus regiones. Una segunda ola del virus, cuando aún no termina la primera, tendría efectos devastadores, si no se aplican las medidas restrictivas que recomiendan los expertos.
Es positivo lo que han dispuesto las autoridades locales en el sentido de aplicar restricciones para casos puntuales como las celebraciones en la noche del 31 de octubre, sin importar que los contagios hayan bajado considerablemente como ocurre en los municipios del departamento del Atlántico.
En esa línea tienen que mantenerse, porque ahora, como en los meses venideros de seguro rebrote, hay que ser muy rigurosos con el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad.
En el caso de Barranquilla y los municipios del Atlántico el cambio de actitud de la ciudadanía ha sido clave para que el número de contagios haya bajado notoriamente. De comunidades indisciplinadas, por ejemplo, en el uso del tapabocas, se pasó a un empoderamiento del autocuidado generalizado, con alguna que otra excepción.
Hoy más que nunca hay que mantener y fortalecer la estrategia del autocuidado, complementada con la aplicación de restricciones por parte de las autoridades. Es la única y eficaz forma de contrarrestar lo que falta de la presente ola del virus y la que está por venir.