Soledad viene siendo devastada por el Covid-19
*Con cerca de 11.000 contagios y más de 530 fallecidos, supera las cifras de 120 países y en Colombia tiene más casos que 28 departamentos.
Por SANTOS SUÁREZ BADILLO
y REDACCIÓN SIN RECATO
Son pocos los titulares de prensa, relacionados con el registro de la pandemia del Covid-19 en Soledad, que reflejen resultados alentadores y esperanzadores. En este municipio, después de Barranquilla, es donde más casos de contagiados y fallecidos se registran a nivel del Atlántico.
Esta ciudad presenta cerca de 11.000 contagios y sobrepasa las 530 muertes por coronavirus. Estas cifras superan a las de 28 departamentos, entre los cuales se encuentran Cundinamarca, Nariño, Magdalena, Sucre y Amazonas. Solo es superada por el global del Atlántico, Bogotá, Bolívar y Antioquia.
A nivel Mundial Soledad supera en casos positivos a 120 países, ubicándose en el puesto 74. Entre los Estados que supera se encuetran Paraguay, Uruguay, Nicaragua, Cuba, Islandia, Costa Rica Etipía, Malasia, Masedonia, Senegal, República Democrática del Congo, Bulgaria, Bosnia Herzegovina, Finlandia, Haití, Guinea, Gabón, Kosovo y Grecia.
El tema es más grave si se tiene en cuenta que la mayoría de estas naciones tienen más habitantes que Soledad. Por ejemplo, Cuba, con una población de 11.475.486 habitantes, reporta alrededor de 2.500 casos y 87 muertos; Costa Rica, con 5.088.149 habitantes, registra menos de 9.000 casos confirmados y 36 fallecidos; El Salvador, con 6.216.111 habitantes, tiene 10.957 casos y 300 fallecidos.
En Grecia, país de 10.734.783 habitantes, registra 3.900 casos y 195 fallecidos; Nicaragua, nación de 6.449.023 habitantes, confirma cerca de 3.000 casos 91 fallecidos; y Uruguay, con 3.489.814 habitantes, reporta un poco más de 1.000 contagiados y 31 muertes.
ALTOS NIVELES DE POBREZA
Soledad, de acuerdo con la proyección del DANE 2018, tiene 666.247 habitantes, de los 2.342.265 que tiene en su totalidad el Atlántico. Sin embargo, consultados dicen que por ahí pasaron hace rato, teniendo en cuenta que es un municipio receptor de desplazamiento interno nacional por efectos del conflicto armado, como principal factor, y en los dos últimos años por la llegada de venezolanos.
De acuerdo con la última encuesta de percepción ciudadana Soledad Cómo Vamos 2019, el nivel socioeconómico del municipio, según sus características generales, es bajo en un 97 por ciento y medio en el 3 por ciento restante. Se destaca que el nivel educativo más alto alcanzado está en la educación media con 46 por ciento; secundaria, 23; primaria, 18; superior o universitario, 11 por ciento; y el preescolar el 1 por ciento.
Otros indicadores se relacionan con las actividades principales desarrolladas: Trabajar, 44 por ciento; oficios del hogar, el 35; buscar trabajo, 9 por ciento; estudiar, 7 por ciento; no hace nada, el 3. Un 67 por ciento de los soledeños se siente orgulloso de su municipio; un 70 que su calidad de vida es favorable; y solo el 12 por ciento se considera pobre.
DESEMPLEO Y CORRUPCIÓN
No obstante, en materia de empleo hay indicadores preocupantes. Por ejemplo, ante el interrogante ¿Se puede ser optimista sobre la situación futura de la economía de su municipio?, el 45 por ciento aseguró no estarlo; más o menos, 27; y totalmente el 28 por ciento. Y a una segunda pregunta planteada, ¿Es fácil emprender con éxito una actividad económica independiente?, el resultado fue: 48 por ciento, nada; 23, más o menos; y 29 totalmente.
En materia de servicios públicos el nivel de satisfacción es así: agua, el 79 por ciento; alcantarillado, 77; energía eléctrica, 20; telefonía celular 80; aseo 89; gas domiciliario 97; internet en el hogar 78. En vivienda, el 72 por ciento es propietario; un 26 es arrendado; 1 ocupante en hecho, y el 1 en usufructo.
En cuanto a la percepción de seguridad, el 53 de los soledeños siente que su barrio es inseguro, y que el atraco callejero es el delito que más los acosa en un 70 por ciento; que el consumo droga afecta al 37 por viento de los residentes; y el 25 señala la incidencia de las pandillas. Sin embargo, un indicador global señala que Soledad es un municipio inseguro en un 68 por ciento.
La participaron ciudadana en organizaciones o redes es otro índice diciente, pues solo el 21 por ciento lo hace; y un 56 por ciento reconoce que si hay organizaciones que sí luchan por mejorar las condiciones de vida del municipio, y en ese sentido la Alcaldía logra un 67, por ciento; la Gobernación del Atlántico, el 26; y el Gobierno Nacional el 19.
En la gestión púbica, el entonces alcalde Joao Herrera terminó con un 49 por ciento de favorabilidad; el nivel de corrupción con respecto al 2018, pasó del 34 al 41 por ciento; y la imagen del Concejo Municipal terminó en el 54 por ciento.
Por último y como recomendación final, la encuesta recogió el deseo de los encuestados señalando que la actual administración debe trabajar más por la seguridad ciudadana, el 37 por ciento, generar empleo, 31; mejorar la atención en salud, 27; fortalecer la educación 18; atender los servicios públicos, 13; y estar más pendiente de la movilidad, 12 por ciento.
En medio de ese panorama es que el municipio le ha tocado enfrentar la pandemia, registrando cifras diarias graves.
LAS MEDIDAS
Sobre el trabajo que se ha venido haciendo en Soledad para contener la arremetida del Covid-19, el secretario de Gobierno, Rosmell Hernández, explicó que desde la expedición de los actos administrativos, así como las políticas que ha implementado el Gobierno Nacional, el Departamental y el Municipal, se han puesto en contexto y trabajado de manera permanente.
Agregó que desde su despacho se cumple una estrategia de verificación de ‘pico y cedula’, de verificación de los toques de queda que se han implementado como mecanismo de limitación de circulación de las personas y todo el tema de los cercos sanitarios puesto en marcha.
“Yo digo que hay tres etapas que han venido desde el inicio de la pandemia. En la primera, no hubo un acatamiento importante de las personas con respeto a las medidas; si bien la gente no está acostumbrada a todo este tema del autocuidado, el uso de tapabocas, la distancia, más de cultura de nosotros, que no es solamente en Soledad, sino en el Atlántico y la Costa Caribe, nuestra idiosincrasia, pero si había cierta indisciplina bastante”, precisó el funcionario.
Manifestó que después vino un segundo paso. “Puedo decir que fue desde mediados de abril hasta mediados de junio, o todo junio, en donde la gente, como las cifras no crecían, sintió como cierta libertad y fue difícil el manejo”.
Anotó que las personas no entendían los procedimientos que se hacían, una parte inductiva, una parte pedagógica y después de eso la parte sancionatoria con la Policía, con sus comparendos, con la disposición de las personas a llevarlas a los centros de detención temporal o las judicializaciones dependiendo de los casos.
“Ya cuando se vino aumentar el tema de los contagios, pues se empezó a acomodar las medidas más estrictas y exigirles a la Policía Nacional que también pusiera los comparendos”, indicó
MEJORA ACATAMIENTO
Hernández destacó que en las últimas semanas “cambió el chip en las personas y ha habido un acatamiento bastante importante, sobre todo los fines de semana que eran un dolor de cabeza”.
Afirmó que desde el día del padre para acá “hemos sentido el cambio y cada fin de semana viene siendo mejor en las estadísticas. Pasamos de tener, por medio de un convenio que se hizo con la Gobernación, un centro de detención temporal. Al principio fue masiva la llevada de gente por no obedecer las normas de convivencia; de 300 personas pasamos, este último fin de semana, a 75”.
Indicó que se ha ganado terreno, pero que no ha sido fácil. “Si se hubiese trazado plan conjunto desde el principio no se hubiese perdido terreno”, comentó para referirse a la unificación de estrategias desde que comenzó la pandemia entre las alcaldías de los municipios de Área Metropolitana de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico.
DAÑO DEL TEMA CULTURAL
Otra visión de lo que ha venido pasando en Soledad la expuso el periodista y residente en el municipio Guillermo León Pantoja, quien está convencido que desde el principio había que adoptar modelos de resultados positivos de otras regiones del mundo, como en Alemania, que comenzó a trabajar con cifras proyectas sobre posibles contagios.
“Aquí había que decirle a la gente: ‘Somos dos millones de atlanticenses, se va a enfermar, más o menos, el 40 por ciento, ojalá menos, pero partir con esa herramienta usada en otros países y así no causar angustias. Pienso que desde el punto de vista administrativo, el tema se tomó muy a la ligera porque no hubo una toma de decisión colectiva; el tema del pico y cédula, por ejemplo, cada municipio hizo el suyo y ha debido haber coordinación”.
En cuanto al comportamiento de la gente, el comunicador indicó que el concepto de vivir, permanentemente, en carnaval, que no es una fiesta sino un estilo de vida, le ha hecho muchísimo daño a toda la población del Atlántico, porque en situaciones como la que se está viviendo hay desobediencia civil, irresponsabilidad social y mucha guachafita.
“A eso se le suma la mamadera de gallo en las redes sociales, la infodemia (información errada). Pero, ahora la gente, al ver que fulanito se murió, porque esto es un pueblo, comenzó a tomarse en serio que hay una enfermedad que es mortal”, anotó León Pantoja.
Finalmente señaló que hay un problema en Soledad y es que “se ha convertido en el patio trasero de Barranquilla”, porque cada vez que hay una situación política en la ciudad capital del Departamento, que hay que desviar la mirada hacia el municipio, a manera de cortina de humo.
SIN PREVENCIÓN OPORTUNA
Mientras tanto, el ginecólogo y exsecretario de salud de Soledad, Fidel Plata, resumió en la falta de una política de prevención oportuna, a sabiendas que la enfermedad iba a llegar con su letalidad.
“Cuando una pandemia como ésta llega, se activa un tema de alerta-acción, un sistema de alerta-emergencia. Recordemos, por ejemplo, lo que pasó con Armero, cuando se dijo viene una avalancha. Es decir, existen las formas de que las personas se preparen para mirar qué va a pasar”.
Considera que en Soledad y en el país no sucedió lo mismo porque en otros países ya estaba atacando el virus. “Aquí en Colombia no se hicieron las medidas como fue pararle bolas al ingreso de personas que venían de otros países y que venían infectadas”, planteó.
Plata agregó que han debido mirarse varias cosas. La primera que es un una enfermedad que la está produciendo un virus que genera un problema de salud pública, y cuando se tiene ese problema se averigua cuántos pacientes están infectados y para eso hay que hacer un tamizaje; es decir, exámenes a todas las personas que se considere pueden ser portadores.
“Cuando se hace tamizaje hay que mirar unos criterios para incluir a las personas; es decir, quién tiene sintomatología para yo poder meter a las personas, pero resultada que en el coronavirus hay un alto porcentajes de personas que no tiene síntomas. Entonces, la funcionalidad del tamizaje no es solo buscar pacientes afectados sino hacer bloqueos epidemiológicos”, advirtió.
Y consideró que ha debido montarse un programa de sensibilización y concientización en comportamiento y autocuidado. “Porque es que resulta que el problema empieza como uno de salud pública, pero se salió y se convirtió en un problema de comportamiento social, la gente sale y no se ponen tabocas… no acoge medidas”.
EL PROBLEMA ECONÓMICO
Sostiene que además, está el problema económico porque la gente no tiene como mantenerse. “No crearon programas de innovación o fortalecimiento laboral desde la casa. Esto ha creado otro problema y es mental… ¿Qué tendría que hacerse?, un programa de bienestar emocional”.
El exsecretario concluyó en que hay una cadena de improvisaciones y no se tuvo en cuenta el lineamiento de una alerta verde para saber con qué se cuenta; luego, ante la inminencia, una alerta amarilla para tener listo el inventario; y ya con el problema encima la alerta naranja que activa todo el sistema; y cuando la enfermedad ha llegado ya esa alerta es roja, pues están registrándose muertos de manera acelerada.