Andru, el joven tomasino que al borde de la muerte le ganó la batalla al covid-19
Por: SANTOS SUÁREZ BADILLO
Director de Zona Oriental
Cuando se conoció la noticia que un tomasino de 28 años de edad se encontraba en cuidados intensivos luchando para que el covid-19 no acabara con su vida, en redes sociales se inició una gigantesca cadena de oración pidiendo de lo alto su sanidad.
Los pedidos a Dios por la salud de este joven se multiplicaban a medida que se iba extendiendo la información sobre su delicado estado de salud. Pasaron los días y se dio la positiva información de su salida de UCI y su satisfactoria recuperación.
Esa persona es Andru Salas Castrillo, quien está en casa con su familia, dándole gracias al Todopoderoso por haber metido su mano y evitado ser una víctima fatal más del temible virus.
“Le doy gracias a Dios, le doy gracias a mi familia por su fuerte y permanente apoyo, a los médicos y enfermeras que me atendieron y a todas las personas que elevaron oraciones por mí”, expresó el ingeniero de sistemas, quien habría sido contagiado por un familiar.
En diálogo con Zona Oriental, contó que en principio los síntomas fueron leves y se automedicó en los primeros días; pero que después se hicieron intensos hasta toser sangre.
“Fue entonces cuando acudimos al hospital local, allí estuve hospitalizado dos días y me remitieron a la clínica San Rafael de Sabanalarga, ya con problemas para respirar”, indicó.
En la Unidad de Cuidados Intensivos duró ocho días con un tratamiento intensivo a base de antibióticos. Evaluaron la alternativa del respirador artificial pero Andru respondió bien a los medicamentos y no hubo necesidad.
“Una médico que me atendió me dijo que la opción del entubamiento dependía de cómo reaccionara el organismo. Yo le dije que cualquier decisión se la comentaran a mis padres y ella me respondió que todo era por mi bien”, anotó.
Asegura que fueron noches muy difíciles, pero que, acostado bocabajo por recomendación de los médicos, siempre sintió la presencia de algo o de alguien que lo acompañaba y lo tranquilizaba.
“Luego de los exámenes del caso, los médicos me dijeron que había mejorado, que la invasión a mis pulmones había desaparecido y que ya no había necesidad de entubarme” dijo Andru Salas.
Dice también que hubo un momento en que se cayó y fue cuando oró en voz alta con otro paciente, suplicándole a Dios que lo sanara plenamente.
UN VERDADERO MILAGRO
Ya hace ocho días, de los 15 recomendados, que está en su casa aislado en su habitación, al igual que su hermano Kevin, quien espera los resultados de la prueba de covid-19 que le hicieron. Tanto su papá, José Salas, como su mamá, Águeda Castrillo, salieron negativos.
Para Andru lo que sucedió es un verdadero milagro y considera que es una nueva oportunidad que Dios le ha dado con algún propósito. “Estoy orando mucho y pidiéndole a Dios que me dé una señal sobre ese propósito que tiene conmigo, para saber de qué manera le puedo servir” manifestó.
También aprovechó para enviar el siguiente mensaje: “por favor, cuídense, cuídense mucho. Este es un virus asesino que quiere acabar con parte de la humanidad, no es un juego. Les pido tomar todas las medidas de prevención”.
Y añadió: “Cuando yo me infecté aún había algunas UCI disponibles, hoy la situación es diferente. La situación es grave, muy grave, así que cuídense y oren, oren mucho”.