Luz Mila, la gran líder espiritual y social que nos quitó el coronavirus
*Con dos ancianatos, cumplió su sueño de darles amor a muchos abuelitos de la calle.
Por SANTOS SUÁREZ BADILLO
Director de Zona Oriental
Luz Mila Meza Calderón dedicó casi la mitad de su vida al cuidado de los ancianos, a tal punto que logró montar dos asilos que dejó funcionando antes de cerrar sus ojos para siempre, el pasado 19 de mayo, a causa de un infarto, asociado al coronavirus.
Durante 32 años trabajó en función de darles amor a los abuelitos que tuvo a su cargo, primero en un albergue del barrio La Unión de Barranquilla y luego en otro centro para adultos mayores en Galapa.
El primero era de una fundación llamada Confracianos. Allí estuvo cerca de dos décadas y posteriormente fundó el del señalado municipio, con la fundación Tierra Prometida.
En este ancianato, donde se detectaron varios casos de covid-19, son atendidas cerca de 60 personas y lleva de estar funcionando diez años. En la actualidad 10 empleados se encargan de la atención de estos abuelitos.
Pero la labor de Luz Mila Meza, mujer de inmensa fe, no se limitó a ese solo sitio, sino que siguió expandiéndose hasta poner a funcionar otro en La Unión de Barranquilla. Allí son atendidos 25 adultos mayores desde hace tres años.
Al momento de fallecer ella tenía 67 años de edad, era una mujer muy activa y completamente feliz, dado que su sueño de darle amor y protección a muchos ancianos necesitados, se había hecho realidad.
En el caso del asilo de Galapa, más del 30 por ciento son adultos mayores de la calle, rechazados, desechados por sus familiares y la sociedad. Luz Mila los recogió en distintos puntos de Barranquilla y les dio un hogar donde se sienten atendidos, protegidos y lo más importante, recibiendo mucho cariño.
Los dos centros operan con aportes de muchas personas con sensibilidad social, y familiares de los abuelitos.
EJEMPLO DE SUPERACIÓN
La vida de esta gran mujer tuvo momentos difíciles como el haber estado casi un año en la cárcel. Allí se convirtió a los caminos de Dios, predicó y tuvo el sentir de trabajar por el bienestar de los ancianos de la calle.
Tuvo cinco hijos: Tres mujeres y dos hombres, quienes siempre permanecieron a su lado ayudándola en esta valiosa tarea que fue reconocida por entidades como el Concejo Municipal de Barranquilla, donde el 24 de marzo de este año le hicieron un homenaje.
EL FALLECIMIENTO
Luz Mila Meza padecía de diabetes, pero no presentaba ningún síntoma relacionado con el covid-19. Ese día, 18 de mayo, salió a hacer sus diligencias cotidianas y cuando regresó, comenzó a sentirse con malestar porque se le había subido el azúcar. En la noche empeoró y la llevaron a la Clínica Murillo.
Cuenta su hija Luz Ospina Meza, que le hicieron la prueba del coronavirus e inmediatamente la aislaron. Al día siguiente, a eso de las 7 y 30 de la mañana, sufrió u paro cardíaco y falleció. Su cuerpo fue cremado.
En todo momento la acompañó su otra hija, Luz Elena Yance, a quien le hicieron la prueba del covid-19 y salió negativa.
Luz Ospina Meza se pregunta que si realmente su mamá tenía coronavirus, ¿por qué Luz Elena resultó negativa a pesar de haber estado mucho rato con ella?
Dice que a pesar de esta tragedia, ella con sus hermanos seguirán el legado de esa gran líder espiritual y social que fue su madre, y al igual que ella “les seguiremos brindando mucho amor a los ancianos”.